Por qué en medio de la baja de la inflación y la estabilidad del dólar, los bonos en pesos son las nuevas estrellas del mercado

La estabilidad cambiaria ayuda también para sostener la apuesta de inversores por activos en moneda local. Este mes se espera más liquidación del campo, lo que mantendría al dólar bajo control, favoreciendo esa estrategia

ECONOMIA05 de junio de 2025
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La baja de la inflación de mayo, que podría perforar el 2% mensual por primera vez desde 2020, y la expectativa de un sendero a la baja en los próximos meses, benefició a un activo en particular: los bonos en pesos. Los títulos en moneda local se consolidaron como la mejor alternativa para los inversores y en los últimos días tuvieron subas generalizadas, superando claramente a los bonos en dólares, que en las últimas jornadas sufrieron por las dudas relacionadas con la capacidad del Gobierno para acumular reservas.

El caso más fuerte es el del Bonte 2030, el nuevo bono en pesos que colocó el Gobierno la semana pasada, abriendo el mercado internacional por primera vez en siete años. El título se colocó a una tasa del 29,5% anual en pesos, pero ahora ese rendimiento cayó a niveles del 26 por ciento.

Ayer este título empezó a cotizar también en el mercado local, con buen volumen. La mayoría de las sociedades de Bolsa salió a recomendar a sus clientes que incorporen este título en sus carteras, considerando que la estabilidad cambiaria y la baja de la inflación. Por otra parte, si se toma en cuenta exclusivamente el “put” a dos años, el rendimiento del bono ya cae al 25% anual.

Los inversores se vuelcan por los bonos en moneda local para aprovechar tasas que aún siguen siendo atractivas, en particular en un contexto de baja de la inflación. Prácticamente, todas las consultoras estimaron que el índice perforará el 2% en mayo y las perspectivas para adelante marcan que se mantendrá la tendencia a la baja. Incluso ya se especula con la posibilidad de que en el último trimestre se acerque a la zona de 1% mensual. Pero para eso todavía falta y será fundamental que el dólar no se dispare.

Los bonos en pesos, al igual que los fondos money market en moneda local, son los favoritos además para apostar al carry trade. Pero la estrategia de ganar una buena tasa en pesos está muy supeditada a que se mantenga la estabilidad cambiaria.

“El Bonte 2030 cotiza en torno a los USD 109,30, lo que supone un incremento de 6% en dólares con respecto a los precios de la emisión primaria”, explican en el mercado. Por otra parte, la opción de devolver el bono el 30 de mayo de 2027 presenta un rendimiento de 25,7% contra 31,7% en el lanzamiento. Por lo tanto, los extranjeros que compraron este título entraron -tal como se mencionó en ese momento- a un valor muy atractivo.

La demanda de títulos en pesos provocó una fuerte caída de tasas. Las Lecap y Boncap, a tasa fija, por ejemplo, ya rinden alrededor de 30%, cuando a fines del año pasado todavía rondaban el 40 por ciento. Esta compresión de tasas continuaría en los próximos meses, a medida que se consolida la baja de la inflación y un menor

Los bonos en dólares, en cambio, mantienen un comportamiento más bien lateral en las últimas semanas. El mercado está más preocupado ahora por la evolución de las reservas, teniendo en cuenta que hay un fuerte pago de deuda que vence en los primeros días de julio por USD 4.500 millones. En ese sentido, como adelantó Infobae, el FMI postergó la revisión de metas del programa hasta julio, dándole más plazo al Gobierno para conseguir dólares, ya sea por colocación de bonos, un nuevo repo con bancos internacionales o ingreso de capitales.

La tranquilidad del dólar parece bastante asegurada al menos durante junio. Sobre todo porque se espera una fuerte liquidación de la cosecha gruesa, ya que se trata del último mes de la baja temporal de retenciones, que aumentan a su valor anterior a partir de julio.

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Además, muchas empresas posiblemente tengan que vender dólares para hacer frente al pago del medio aguinaldo y lo mismo sucedería con el vencimiento anual del impuesto a las Ganancias.

Del otro lado, la política de estricto control monetario que viene llevando adelante el Gobierno le quita presión no solo a la inflación, sino particularmente al tipo de cambio. La escasez de pesos se viene reflejando en la nueva caída del dólar informal, que en las últimas jornadas estuvo operando en niveles de $1.160, es decir, 40 pesos por debajo del tipo de cambio oficial, que se mantiene en la zona de los 1.200 pesos.

Ahora la expectativa está puesta en el impacto de la candidatura de Cristina Kirchner para competir en la elección para convertirse en legisladora bonaerense, que tendrá lugar el 7 de septiembre. La presencia de la expresidenta en ese comicio supone un adelantamiento del calendario electoral, al menos en la mirada de los inversores, que originalmente tenían en la cabeza la fecha del 26 de octubre.

Sin embargo, ahora con Cristina en la pelea electoral ya los tiempos se vienen encima y lo más probable es que esa tensión se manifieste en el mercado cambiario. La apertura del cepo generó compras para atesoramiento del público por más de USD 2.000 millones en abril. Habrá que ver en agosto hasta qué punto la ansiedad de los inversores repercute o no en la cotización del dólar.

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